Las setas pueden proporcionar tanta vitamina D como los suplementos si se exponen al sol antes de cocinarlas, según un estudio de la Universidad de Boston. Eso sí, deben estar expuestas a los rayos solares entre 30 y 60 minutos para producir la vitamina D. Y cuando se cocinan no reducen el nivel de sta vitamina.
Al igual que nuestra piel, las setas transforman los rayos ultravioleta del sol en vitamina D y continúan haciéndolo incluso después de que hayan sido cosechados. Esta vitamnia es un nutriente esencial para el sistema inmunitario, la salud de los huesos y los dientes y la absorción de calcio.
En el estudio, unas personas recibieron una cápsula con 2.000 unidades de vitamina D al día durante 12 semanas y otras, polvo de setas expuestas al sol. Al final de la investigación, no hubo una diferencia significativa en los niveles de vitamina D de los participantes.
«Estos resultados evidencian que la ingesta de setas, como los champiñones, que han sido expuestas a la luz ultravioleta y contienen vitamina D2 son una buena fuente de la vitamina D que puede mejorar el nivel de esta vitamina D en adultos sano», explicó el autor principal de este estudio, el doctor Michael Holick y añadió que las setas continúan produciendo esta vitamina incluso después de que se cosechan, siempre y cuando se coloquen bajo la luz solar directa.
Aconsejan sacar las setas -cualquier variedad sirve- de su embalaje y colocarlas al aire libre cuando el sol es intenso, entre las diez de la mañana y las tres de la tarde al menos durante 30 minutos.
Una porción de setas expuestas al sol proporciona alrededor de 400 unidades, pero un mayor consumo podría aumentar los niveles de vitamina D e igualar a los que proporciona un suplemento.